Alberto Briceño Durán / Escenario Rock and Pop
Grafica Frank Chávez
El pasado 23 de abril, La Riviera en Madrid sirvió de escenario para que Caramelos de Cianuro efectuara la segunda fecha de su esperada gira internacional «CDC Tour». La sala estaba repleta de un público dispuesto a darlo todo, un público en su mayoría venezolano, que ha acompañado a la banda durante más de dos décadas de trayectoria.
El concierto comenzó con el poderoso golpe de «El Martillo», uno de los clásicos que marca el pulso de los fans más entregados. Desde el primer segundo, la energía en la sala fue desbordante, con una multitud que cantaba a todo pulmón y movía el cuerpo al ritmo inconfundible de la banda. La sala, llena hasta el último rincón, era una verdadera ola de entusiasmo y emoción, que se mantenía constante durante toda la noche.
Caramelos de Cianuro no se guardó nada y continuó con un repertorio que combinó lo mejor de sus más de 20 años de carrera. «La Casa», «El Instante» y «Las Estrellas» sonaron con la fuerza que les caracteriza, mientras la audiencia coreaba cada palabra, como si fuera la última oportunidad para vivir ese momento.
Cuando los acordes de «El Flaco» resonaron, la euforia se desbordó. Los asistentes no podían quedarse quietos. La gente saltaba, cantaba y aplaudía como si si aquellos años dorados de la banda nunca se hubieran ido. Fue un momento de absoluta conexión entre los músicos y su público, una mezcla de nostalgia y energía renovada.
Pero nada pudo prepararnos para el estallido total que provocó seguidamente «Asunto Sexual», estos dos temas del disco más escuchado de la banda «Miss Mujerzuela». Los fans ya no podían contenerse y el ambiente se transformó en una fiesta sin freno. La sala retumbó con el griterío y las voces que se unían en una sola: la de la pasión por la música de Caramelos de Cianuro.
«El Último Polvo» fue otro de esos momentos memorables. La canción disparó la locura colectiva. La gente saltaba, se movía sin parar, abrazándose, celebrando, compartiendo una experiencia única. Los fanáticos, que habían agotado las dos fechas (22 y 23 de abril), se entregaron por completo, demostrando por qué Caramelos de Cianuro sigue siendo una de las bandas más queridas por la diáspora venezolana.
La banda continuó desplegando su amplio repertorio, sin dejar de lado canciones como «Rubia Sol Morena Luna», «Verano», «No Eres Tú», «Las Notas» y, por supuesto, «Verónica», que sonaron con la misma intensidad de siempre. El cierre, con el mítico «Canción Suave», hizo que la sala se despidiera en un mar de emociones, con los corazones latiendo al ritmo del rock que, desde hace años, ha unido a generaciones enteras.
El concierto de Caramelos de Cianuro en La Riviera no solo fue una muestra de su fuerza musical, sino también un recordatorio del poder de la nostalgia y la conexión que una banda puede crear con su público a lo largo del tiempo. Madrid, como siempre, les recibió con los brazos abiertos, y el «CDC Tour» dejó claro que la energía y el amor por la música de Caramelos de Cianuro siguen más vivos que nunca.