Alberto Briceño Durán / Escenario Rock and Pop
El regreso de Rata Blanca en Madrid se llevo a cabo el pasado 3 de mayo en la sala La Riviera, una de las bandas más importantes del hard rock y heavy metal argentino, volvieron a tierras españolas. El público, mayoritariamente latinoamericano, acudió en masa para reencontrarse con una agrupación que marcó generaciones enteras con su lírica fantástica, solos memorables y una estética que nunca ha renegado de su esencia.
Desde el primer tema “Hijos de la tempestad”, quedó claro que la comunión entre banda y audiencia seguía intacta. El tema fue coreado con euforia, marcando un arranque enérgico pese a un sonido que no estuvo a la altura de las expectativas: la ecualización de la voz de Adrián Barilari, en especial, sufrió durante buena parte del show, dejando ciertos pasajes algo opacos.
El viaje musical continuó con “Diario de una sombra”, donde los ajustes técnicos mejoraron tímidamente, aunque sin llegar a una claridad ideal. Le siguieron clásicos como “Volviendo a casa” y “La canción del guerrero”, con una base instrumental firme y un público que suplía con entusiasmo lo que faltaba en precisión sonora.
Uno de los momentos más emotivos llegó con “Nada es fácil sin tu amor”, la interpretación fue prolongada con palmas y coros del público, creando un clima de comunión que culminó con el inconfundible fraseo de la guitarra de Walter Giardino, quien, pese a una aparente lesión, ofreció su virtuosismo sentado durante todo el concierto.
La banda mantuvo el pulso emocional con la imprescindible “Mujer amante”, posiblemente su balada más emblemática, seguida de “Aún estás en mis sueños”, que profundizó la carga nostálgica de la noche.
El cierre llegó con el inevitable y siempre electrizante “La leyenda del hada y el mago”, broche perfecto a una velada que, pese a las dificultades técnicas, entregó una hora y cuarenta minutos de magia metalera, riffs incendiarios y un público que nunca dejó de cantar.
Antes de despedirse, Walter Giardino, visiblemente emocionado, agradeció al público su fidelidad y rindió homenaje a las grandes bandas del rock en castellano: Barón Rojo, Obús, Medina Azahara y Saratoga, destacando la importancia de seguir reivindicando este legado.
Madrid fue, una vez más, el escenario del reencuentro entre una leyenda del rock sudamericano y su gente. Una noche donde la pasión pesó más que la técnica, y en la que la llama de Rata Blanca volvió a arder, con toda su intensidad, en el corazón de sus seguidores.
Te dejamos el videoresumen que hicimos para nuestro canal de Youtube https://www.youtube.com/watch?v=kdzN9b1uW6U