Alberto Briceño / Escenario Rock and Pop
Por primera vez, el equipo de Escenario Rock and Pop se puso en marcha rumbo a Viveiro para vivir en carne propia la experiencia de uno de los festivales más icónicos del metal y el hardcore en Europa: el Resurrection Fest. Y qué mejor ocasión para hacerlo que en la celebración de su 20º aniversario. Cuatro días intensos, llenos de música, polvo, lluvia, sudor, pogo y emociones que nos marcaron para siempre.
Desde que llegamos, entendimos que el «Resu» es mucho más que un festival: es una comunidad global. Gente de todos los rincones del planeta Francia, Japón, Alemania, Chile, Venezuela, Canadá, Australia y por supuesto de toda España compartiendo una pasión común y una forma de vida que gira en torno al metal, rock y metalcore.
Montamos nuestra carpa en Viveiro, un verdadero campamento de guerra entre montañas, con ambiente festivo, guitarras sonando desde temprano y vecinos que pronto se volvieron amigos y un poco locos. Dormir allí fue una experiencia inmersiva, lejos de cualquier comodidad, pero con una dosis de camaradería difícil de encontrar en otros eventos.
Tuvimos la suerte de acceder al área de prensa, donde pudimos ver de cerca el engranaje que mueve un festival de esta magnitud. Entrevistas con el publico, , fotógrafos de alto nivel corriendo de escenario en escenario, y ese instante mágico cuando una banda sube al Main Stage y retumba todo Viveiro.
Y claro, los conciertos. El cartel de este año fue simplemente colosal. Por mencionar solo algunos nombres:
- Slipknot,l con un show demoledor, volvió a demostrar por qué son leyendas vivas.
- Skindred , quienes cerraron el festival con su brutal energía, hizo temblar hasta las rocas gallegas.
- Korn , a quienes no veíamos en particular desde 2001 cada vez más ambiciosos y visuales, ofrecieron una actuación que fusionó el numetal con un espectáculo escénico de luces de primer nivel.
- Falling In Reverse , encendiendo el alma colectiva con su puesta en escena. Y por supuesto mencionar, las joyas del primer día Novelist, Jinjer y el épico cierre de las leyendas Judas Priest , completaron un line-up de ensueño.
Hubo también espacio para las bandas mas under en los escenarios «Chaos» y «Desert» pero como era primera vez que asistíamos a festival se nos fue imposible cubrir los cuatro escenarios, pero si que frecuentamos en «Chaos» y a las personas que conocimos nos decían que el metal español está más vivo que nunca.
Pero más allá de los nombres, lo que define al Resurrection Fest es su ambiente inigualable. Desde los pogos salvajes en el «Chaos Stage» que vimos unos pocos cuando ingresábamos al recinto hasta los abrazos después de un wall of death, pasando por la emoción de los fans llorando frente a sus bandas favoritas. La organización, impecable, logró equilibrar logística, sonido y seguridad sin perder esa esencia alternativa y combativa que caracteriza al festival.
Volvemos de Viveiro con el cuerpo agotado, los oídos zumbandos, la garganta ronca, con dolores de cuerpo… pero el alma llena. Hemos vivido cuatro días de intensidad pura, donde cada acorde nos recordó por qué amamos esta música. El Resurrection Fest 2025 quedará grabado como un hito, tanto para la historia del festival como para nosotros.
¡Gracias, Viveiro, por tanto! Nos vemos en 2026.
Acá puedes ver el trabajo audiovisual que hicimos https://www.youtube.com/watch?v=1BDzGrei1g8