El Pogo Latinoamericano se apoderó de Madrid durante el concierto de Malón

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Alberto Briceño Durán / Escenario Rock and Pop

Fotografías: Rebeca Cabrera Galindo @pandoramusicphoto

El pasado viernes 4 de abril, la sala Mon Live de Madrid fue testigo de una noche de pura energía y brutalidad sonora con la banda argentina Malón. La cita, parte de su gira «Oscuro Plan del Poder«, reunió a un público mayoritariamente latinoamericano, quienes no dudaron en entregar todo su fervor y pasión desde el primer acorde.

Con un pogo incesante como bandera, la sala se convirtió en un campo de batalla en el que cada tema era recibido con una eufórica reacción del público. La atmósfera estuvo cargada de una intensidad única que solo una banda con el legado de Malón puede generar. Todos estaban unidos por el mismo propósito: desatar la furia del metal.

El sonido decente, permitió que la potencia de los grandes clásicos de Malón se apreciara con claridad, la calidad de los temas y la actitud arrolladora de los músicos hizo que fuera brutal. La banda, con su formación intacta, logró transportar a la audiencia a los días más oscuros del metal argentino.

Uno de los puntos más altos de la noche fue la destreza técnica del guitarrista Tano Romano. Con una habilidad impresionante, sus solos afilados y precisos, cargados de riffs vertiginosos, le dieron un toque aún más agresivo y contundente al show. Cada movimiento suyo sobre el escenario demostraba por qué es uno de los guitarristas más respetados de la escena metalera latina. Su capacidad para ejecutar pasajes complejos con una energía incansable, sin perder nunca el control, dejó a la audiencia sin palabras.

Pero si algo caracterizó a esta velada fue también la imponente voz de Claudio O’Connor. El frontman de la banda, con su característico timbre rasgado y su potencia vocal, arrasó con cada tema, como un huracán arrastrando a todo a su paso. No solo cantaba, sino que transmitía cada palabra con la fuerza de un león. El despliegue vocal de O’Connor, combinado con su presencia de escenario, hizo que el público no dejara de corear, cantar y saltar durante toda la noche. La bestialidad de su voz se impuso en temas como «Síntoma de la Infección» y «Castigador por Herencia», en los que mostró toda la fuerza de un vocalista que parece no conocer límites.

El setlist estuvo cargado de los himnos que marcaron a toda una generación. «Malón Mestizo» fue uno de los que hicieron vibrar las paredes del Mon Live, seguido por el aplastante «Síntoma de la Infección», que desató el descontrol. Los fans no dejaron de saltar ni un segundo, alimentados por la furia del metal y la conexión con sus ídolos. Pero si algo destacó esa noche, además de la potencia sonora, fue la sinergia entre los músicos, quienes, con cada acorde, demostraron la gran conexión que siguen manteniendo en los escenarios.

La energía no decayó en ningún momento, y con «Hipotecado» llegó la certeza de que Malón está en su mejor momento: sin freno, sin miedo y con una fuerza brutal. «Gatillo Fácil» marcó lo más alto de una noche que, aunque de pocas palabras, fue de mucha emoción y desahogo. También disfrutamos de un par de canciones de su más reciente álbum Oscuro Plan del Poder que están en la misma línea en cuanto al sonido de la banda.

No fue solo un concierto; fue una declaración de principios. La gira Oscuro Plan del Poder es mucho más que un recorrido por los clásicos de la banda; es una llamada a la acción, una invitación a desafiar las estructuras y a seguir adelante con la rebeldía como bandera.

En Madrid, Malón lo volvió a hacer: destrozó la sala y dejó claro que el metal argentino sigue teniendo un poder arrollador. La cita de esa noche, por más que pasen los años, quedará en la memoria de todos los que tuvieron la suerte de estar allí.